«Y, cuando volvió la primavera, mi alma floreció de nuevo” Khalil Gibrán.
El 21 de marzo la naturaleza comienza a despertar del sueño del invierno. Comienzan a brotar las flores y plantas, es el momento de la renovación de la mente y espíritu. Algo en nuestro interior empieza a brotar con los primeros rayos de primavera. Es momento de renacer, de volver a la alegría, de abrirnos a nuevos proyectos.
En primavera, es el momento ideal para salir a la naturaleza y soltar todas esas energías densas que se han acumulado durante los días de invierno. Caminar descalzo conectar con el mar y la arena activando así esa conexión con la madre tierra.
Es momento de pasear y respirar profundamente el aire cálido de esta estación, ayudándonos a fluir con la vida, con el momento presente.
Cuidar nuestra alimentación y hacer ejercicio. Sentir el sol y el aire fresco, es momento de movimiento de volver a la acción. Todo se e mueve en todos los sentidos, la energía fluye, la vida fluye.
Es momento de nuevos comienzos y crecimiento. Es una época para planificar y plantar, de formular deseos acerca de lo que quieres que traiga el futuro. Es momento de abrirse un sinfín de posibilidades maravillosas, que están esperando a realizarse. Es la estación donde todo florece y ese colorido se relaciona a nuestra infancia, el inicio de la vida. Podemos aprovechar este renacer para instalar nuevos hábitos en nuestra vida, tanto en lo emocional como en lo físico y en lo espiritual.
Algunos rituales ideales para esta estación son: Creativity, Happy and Beauty, Love.