“No te detengas en el pasado, no sueñes con el futuro, concentra la mente en el momento presente” Buda
Vivir en el presente no solo significa dejar de pensar en el pasado o el futuro, sino también aprender a disfrutar del aquí y ahora, ser plenamente conscientes.
A lo largo del día realizamos muchas de las actividades cotidianas de manera automática, sin prestarles atención. La razón es que estamos demasiado ocupados recordando el pasado o muy preocupados por el futuro, de manera que el presente se nos escapa. De hecho, llenamos el presente con culpas y remordimientos provenientes del pasado, a los cuales les añadimos la incertidumbre y las preocupaciones del futuro, generándonos, angustia e insatisfacción.
El momento presente es el único instante que existe. El pasado ya se fue, el futuro aún no ha llegado y todo, absolutamente todo, pertenece al momento presente. Tanto en el pasado como en el futuro estás en el “ahora”, no existe nada más, solo presente. Debemos dejar de preocuparnos por el pasado o por lo que va a llegar.
Como dice Eckart Tolle: “Cuando pierdes contacto con la quietud interior, pierdes contacto contigo mismo. Y cuando pierdes contacto contigo mismo, te pierdes en el mundo. Cuando te haces amigo del momento presente, te sientes como en casa dondequiera que estés. Si no te sientes cómodo en el Ahora, te sentirás incómodo dondequiera que vayas. “
Cuando nos concentramos en cada detalle, aprendemos a disfrutar de las situaciones, nos implicamos en cuerpo y alma e incluso cambia nuestra percepción del mundo que nos rodea.
La meditación y la práctica del Mindfulness son uno de los caminos para aprender a saborear el instante presente, logrando un estado de relajación y bienestar que se refleja en todas las facetas de nuestra vida. Pero también hay otras formas de entrenarnos para vivir el presente. Sentir el viento cuando salimos a la calle y oler la humedad del aire. Disfrutar de una conversación con amigos. Sentir el agua de la ducha por todo nuestro cuerpo. Saborear una comida. Sentir el contacto con el suelo y observar nuestro alrededor cuando damos un paseo…
Cuando te adentras en un bosque sientes como si en la naturaleza se parara el tiempo. Para un árbol, una planta o flor no existe el ayer ni el mañana, todo es ahora. Igualmente ocurre con los animales, no se preocupan por mañana, solamente ahora. Disfrutan simplemente del ahora.
“Solo existen dos días en el año en que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto, hoy es el día ideal para amar, crecer, hacer y principalmente vivir.” Dalai Lama